No se te ocurra tocarle los mojones a un senyoret de poble porque te llevarás un buen disgusto. Avisado quedas, caminante. En tiempos antiguos les fites de terres i camins estaven clars; quien osaba invadir una finca para apacentar ganados o robar uvas podía encontrarse con la placa de latón y la escopeta del guarda de […]