300 años: Cases de Torrat. La Cometa. Calp

El proceso de ocupación del territorio de Calp arrancó tímidamente a mediados del s. XVIII para extenderse durante buena parte del s. XIX. El origen del colonizador fue eminentemente benisero y, en mucha menor medida, alteano. Estos repobladores se asentaron en las tierras más septentrionales del término municipal y levantaron sus viviendas agrícolas situándolas próximas a los antiguas vías de comunicación y los barrancos del Quisi y Beniasner. La localización de las viviendas rurales más antiguas, en elevaciones del terreno con pendiente, denota la importancia de que éstas fuesen enclavadas en una posición de atalaya, en aras del control y vigilancia visual de la línea de costa. Además, su ubicación en áreas montuosas demuestra la vocación primordial de estas primeras construcciones por la actividad ganadera.

Detalle de la espadaña de la ermita de San Juan de la Cometa. Fuente: el autor.

A finales del s. XVII, principios del XVIII, podemos constatar ya una ocupación territorial del campo a partir de la existencia de núcleos rurales de viviendas agrupadas y habitadas permanentemente. A pesar de los riesgos de la vida en el disperso, estos asentamientos conformaron espacios de solidaridad, pequeñas aldeas que se desarrollaron alrededor de una comunión de bienes mutuos y al amparo espiritual de la ermita o capilla del lugar. Los poblados situados en las partidas de Benimarco, Lleus o Pinos son ejemplo de estas comunidades en el campo de Benissa, al igual que el caserío de La Cometa, ya en término de Calp. Este topónimo hace referencia a la configuración del terreno que forma una coma, un valle de pequeñas dimensiones, tierras ocupadas y explotadas desde antiguo. En este entorno se levantó la antigua masía de la Cometa, posteriormente convertida en dos casas de labor, al pie del paraje llamado Tros del Tossal, y a pocos centenares de metros al oeste del antiguo camino de Calp a Teulada.

Tiene la actual edificación, adosada a su estructura, una ermita construida en 1717 bajo la advocación de san Juan Bautista, que fue oratorio particular de la masía fortificada. Se trata de un conjunto de interés histórico-religioso, construido a finales del s. XVII o principios del s. XVIII. Frente a la ermita, existen dos ejemplares de riurau y se conservan tres pozos −uno de ellos preserva su cubierta cónica− un aljibe y un sistema para la recogida de pluviales.

Fachada sur de la antigua masía de la Cometa, rehabilitada en los años 70 del pasado siglo. Fuente: el autor.

La vivienda originaria de La Cometa respondería a los patrones propios de la arquitectura rural de la primera mitad del setecientos, constituida en sí misma como una entidad agraria de referencia territorial y articulada a las antiguas vías de comunicación. De esta forma, como casa-torre o “casa de tros” quedaría convertida en centro neurálgico de producción, almacenamiento y transformación de una concentración de propiedades rústicas que podían abrazar una superficie afecta de hasta treinta hectáreas. La casa de La Cometa, por otra parte, ocupaba una ubicación geográfica que pone de manifiesto la existencia histórica de asentamientos humanos; presenta restos arqueológicos y detalles constructivos que nos permiten albergar la hipótesis de que se hallaba erigida sobre el emplazamiento de una antigua alquería medieval.

Cases de Torrat, plazuela frente a la casa de Águeda. Fuente: el autor.

A pocos metros de este enclave se encuentran las denominadas Cases de Torrat, un pequeño grupo de casas adosadas a una edificación original más antigua. Constituyen el centro neurálgico de su disperso, aunque, por extensión, la denominación Cases de Torrat ha dado nombre al conjunto de casas diseminadas que han ido conformando la aldea en su evolución urbana de más de tres siglos. La vivienda originaria data de finales del s. XVII y podría haber sido edificada sobre los restos de una antigua alquería según testimonian algunos de sus elementos constructivos. En la actualidad, el grupo de unidades existente en este bloque asciende a cinco viviendas rehabilitadas, una vez ampliados o reconvertidos en espacios habitables algunos de sus porches y corrales.

La designación Torrat procede de un pseudónimo documentado a mediados del s. XVIII y que ha sido portado históricamente por los miembros de la familia Tur, instalada en el paraje originariamente y de procedencia ibicenca. Figueras Pacheco recoge la denominación “Casas de Torrat” a principios del s. XX en su Geografía General del Reino de Valencia, y señala que dicho núcleo rural se encuentra a 3,5 Km de Calp y cuenta con 14 casas diseminadas en 1910.

Cases de Torrat. Nueves viviendas por partición de otra originaria. Fuente: el autor.

A partir del primer tercio del XIX y durante todo este siglo, los Tur de La Cometa experimentarán un período sostenido de expansión demográfica que se traducirá en la colonización del entorno, la prosperidad económica sobre la base de las explotaciones agrícolas mejoradas y la creación de nuevos grupos domésticos mediante su unión con otras familias campesinas: los Bañuls, Bertomeu, Crespo, Giner, Ivars, Pineda, Ribes, entre otros. Los efectos económicos, sociales y culturales derivados de este proceso dejarán una profunda impronta, física en el medio y humana en la comunidad, que persiste hasta nuestros días. Desbordada la capacidad de habitación de las Casas de Torrat en el último tercio del siglo XIX, la emancipación de los vástagos se irá materializando en la edificación progresiva de casas diseminadas de nueva planta para albergarlos, circunscritas a la aldea y constituidas en hogares independientes. Así, la vida cotidiana de la comunidad transcurrirá sujeta a la razón patriarcal de la familia labradora, sus bienes y usos comunes, las costumbres religiosas y las tradiciones.

 

 

2 Replies to “300 años: Cases de Torrat. La Cometa. Calp”

  1. I love these articles which you post on facebook – is there anyway i could get an English translation? I have been coming to Calpe since 1981 and have seen many changes, not all for the better! I love the history of the place and hope to see more of these important buildings being preserved.
    Thanks
    Denise

    1. Many thanks for your kind comments. I am trying to find somebody to help with the translation. Believe me, it takes time to write the articles in spanish and I am very short of spare time. Regards

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