
OPINIÓN
El futuro político del actual alcalde de Calp y presidente de la Diputación de Alicante continúa siendo una incógnita. Meses atrás, los medios de comunicación provinciales se hacían eco de la posible renuncia de Sánchez a la alcaldía —antes de finales de este mismo año, se especulaba—, para consolidar de esta forma su posición como principal cargo institucional del PP en la Comunidad Valenciana. Centrado en su fulgurante carrera, el siguiente escalón del político parecía situarse cada vez más lejos de Calp y más cerca de València; incluso el runrún mediático barajó la posibilidad de su traslado definitivo a Madrid. En la capital del Estado, Sánchez ya forma parte de la selecta crema de la ejecutiva nacional, comité que ejerce la máxima representación de la formación popular. Cabe recordar que esta fuerza política es hoy investigada y juzgada por la justicia española por hechos punibles bien acreditados.
El actual alcalde de Calp, profesional de la política, jamás ha ejercido una actividad económica privada que se le conozca. Sus presuntos emprendimientos han sido en todo caso impulsados con fondos públicos y sin riesgo patrimonial personal para él. Desde sus inicios como trabajador municipal hasta la fecha de hoy, sus ingresos públicos acumulados pueden haber superado la suma de 1,5 millones de euros. Esta estimación no incluye el pago de cotizaciones sociales a cargo del contribuyente y otro tipo de cobros a su favor, tangibles o intangibles, que haya podido obtener legalmente por distintas vías. Bien conocida es la variedad de embolsos de que disfrutan muchos mandatarios de su partido, a quienes no les falta imaginación ni desvergüenza para granjeárselos.
El hecho de que César Sánchez se autocalifique como «emprendedor», en el manejo del dinero público, ofende a las muchas personas que intentan sacar su vida adelante cada día en el páramo privado del auto empleo. En cambio, Sánchez sí emprendió y propició la filtración a la prensa de su renuncia en pos de una estrategia de auto promoción política difícil de vislumbrar. Dentro de esta desinformación interesada, deslizó también a los medios los perfiles de dos posibles sucesoras de alto riesgo, las hoy concejalas populares Ana Sala y Pilar Cabrera: la primera, inconsistente, apartada de Urbanismo por si las moscas, de sonrisa fácil y salidas imprevisibles; y la segunda, recién iniciada en el cotarro, la actual responsable de Educación y Cultura de la localidad, cualidades éstas que no se le perciben pero como el valor se le suponen. Podrían existir más candidatos de su cuerda llegado el caso, de sexo masculino, el tiempo lo desvelará.
Visto lo visto, los cálculos valencianos de César Sánchez parecen ir topándose con el tapón de la Bonig. La castellonense conoce bien el paño y viene marcando el terreno por el sur con un firme acordonamiento sanitario. Isabel Bonig se halla comprometida con la regeneración del partido en València como único argumento para su reflote electoral, y en aras de plantar cara a la izquierda y a las células madre del nacionalismo lingüístico. El pedigrí de César Sánchez, curita y cachorro político nacido en los tiempos oscuros de Camps y Cotino, no encaja bien con los aires renovadores que pretende la lideresa para retomar el mando de la comunidad y consolidarse como su dama de hierro.
No sé cómo andará la cosa por los destinos de Madrid. Demasiadas bocas para tan pocas tetas y demasiadas incertidumbres para apoltronarse en estos tiempos que corren. Ni Rajoy lo tiene claro tras la deriva catalana. No creo que nuestro Sánchez esté por la labor de pisar moqueta para cargar con el maletín de algún colega segundón. No. Y cuánto menos siendo lo que es en este momento, ni en el mejor de sus sueños: Presidente del Gobierno Provincial de Alicante, título que él se ha inventado y que pega más bien poco con esa chuminada creativa de la Dipu de los Pueblos. Visibilidad, presupuesto y manipulación a su servicio. Nuestro hombre debe de andar en un ay con tantas dudas y tensiones a la hora de decidir, y se le ve desmejorando.
Quien apuesta, yerra, y yo me apunto a que César Sánchez repetirá en Calp —quizá no tenga otra— para ver si engancha de nuevo Diputación. Volveremos otra vez a la monserga de la creación de subempleo como fin supremo, al ladrillo verde, a la gloria de Dios en las alturas, a su campo de golf y los retratos pijos; a los contratos fraccionados, los ajustes de cuentas y las tomaduras de pelo sin compasión. Retornaremos a los vídeos propaganda, los anuncios de colonia, las entrevistas masaje y la vulgaridad por institución.
Si no te van bien las cosas, conciudadano, conciudadana, o no puedes ver claro el porvenir de los tuyos —jóvenes principalmente—, no te engañes y tenlo bien presente: con tipos como éste no habrá solución ni camino adelante por muchas patrañas que te vayan a contar. Están en lo suyo: en el diseño de su propio futuro a tus espaldas. El personal, en general, más que arruinado se encuentra perdido, desorientado, y no sabe muy bien de qué forma salir y obtener lo que le corresponde. Tú mismo, tú misma: con éstos no habrá opción, no pierdas el tiempo ni te lamentes luego. Avisado estás.