El camino del Aljezar: hornos y producción de yeso en una ladera de la sierra de Oltá, Benissa

Fig1. Vista general del paraje del Rei. Oltá-Canelles, Benissa. Fuente: el autor.

Artículo publicado en la revista de fiestas patronales de Benissa, 2017.

 

Introducción.

El objetivo del presente trabajo es documentar y dar a conocer los restos existentes de unos antiguos hornos de yeso, localizados en término de Benissa, partida de Canelles-Oltá. Su actual existencia en abandono –arruinadas sus estructuras entre bosque y maleza− apunta a la presencia en este lugar de una actividad preindustrial prácticamente desconocida y que hunde sus raíces en una tradición de siglos. Los afloramientos de yeso natural que pueden todavía observarse en algunas zonas de la vertiente oeste de la sierra de Oltá, en el tros llamado del Rei (fig.1), evidencian que en el pasado este recurso mineral no pasó desapercibido para la inteligencia del hombre y fue de esta forma utilizado por él, tras un proceso de transformación casi artesanal, como material apto para la construcción.

Contamos con un testimonio documental que nos permite sostener que la explotación de estos hornos se remonta como mínimo a mediados del s. XVIII y que el enclave en el que se sitúan las principales yeseras es de propiedad privada terrateniente desde antiguo. Nos resulta difícil calibrar la importancia de esta actividad económica en el pasado; acaso la discreta calidad que ofrecía el material resultante y la escasa producción que podría ofrecer una explotación de estas características nos inducen a pensar que este aprovechamiento satisfaría a una demanda limitada a la de las partidas de su entorno.

En total son cinco los hornos localizados –los escasos restos existentes de dos de ellos nos generan dudas en cuanto a su autenticidad− en tres enclaves diferentes, separados entre ellos por un centenar de metros. A pesar de la cuidadosa batida del paraje, no hemos descubierto vestigios que sugieran la existencia de otros ya desaparecidos. En todo caso, la finalidad de este estudio, más allá de la relevancia de esta actividad en la economía local, se centra en el afán reivindicatorio de este patrimonio particular que creemos que es merecedor de visibilidad y conservación.

 

Estado de la cuestión. La investigación.

Son muy limitadas las noticias que podemos encontrar sobre explotaciones de yeso en el municipio de Benissa. Joan Josep Cardona Ivars[1] y especialmente Teodoro Crespo Mas[2] han tratado el origen y existencia de hornos de cal en la geografía benisera. Este segundo autor ha profundizado en la cuestión y ha elaborado un inventario en el que recoge las descripciones y noticias de diecinueve hornos de este mineral distribuidos por el término. Además, ofrece notas etnográficas sobre los calcineros y los usos de la cal. Su investigación permanece abierta y los restos de otros ejemplares existentes, no catalogados y que puedan localizarse, quedarán incorporados en una próxima actualización de su trabajo. Joan Josep Cardona, en sus Totals, indica que Vicente Llopis Llopis “Mariano” aparecía como poseedor de un horno de yeso que ya tenía desde 1923.[3] Por otro lado, son muy interesantes las noticias que facilita Pere Molines en un trabajo que trata sobre la agricultura y las costumbres populares circunscritas a las partidas del Barranc Salat, Canelles y Oltá, pertenecientes a los términos de Benissa y Calp. Molines hace referencia a cuatro hornos de yeso (“ollas”) situados en término de Benissa: “la [olla] Dels Alberts, Pere Corneta i dos del tros de Cal Rei”.[4] Las fuentes orales de Pere Molines son coincidentes con las nuestras, aunque su indagación ha profundizado con éxito en aspectos humanos y etnográficos de interés: las faenas propias de la explotación, rutinas familiares, medidas de capacidad a la hora de la venta, anecdotario, etc. Este autor cifra en cuatro los hornos existentes en el Oltá benisero; nosotros los incrementamos a cinco.

Nuestra labor de investigación sobre estos hornos se inició de forma casual en 1996, cuando iniciamos los trabajos de campo destinados a catalogar las viviendas rurales centenarias del poniente de Calp. En aquellas jornadas de monte a pie, nos hallábamos guiados por un vecino, residente del lugar, Vicente Tur Ivars (“Vicent del Xacal”, 1912-2012), a la sazón nieto del propietario de uno de estos hornos.[5] Sus aportaciones, tomadas en su día por nosotros con notas escritas, quedaron registradas sin hacer constancia de la ubicación exacta de estas explotaciones. Las referencias visuales que observamos entonces nos parecieron suficientes para identificar fácilmente el emplazamiento. Casi veinte años más tarde y a pesar de los medios tecnológicos existentes, hemos tenido que recurrir a la asistencia de otro “hombre del terreno”, Alberto Ivars Císcar “Albert” para poder reencontrar los hornos tras la maleza y la frondosidad de pinar que ahora los ocultan.

 

Morfología y datación. Calidad del yeso resultante

La tipología de estos hornos de yeso es coincidente en los casos referidos. Su planta presenta una forma de herradura que ocupa un área de terreno de unos 7 m2. La edificación del horno (olla) se sentaba en zona de pendiente para encajar el paramento posterior en el terreno y se levantaba con mampuestos de piedra dejando una boca frontal de acceso. El interior quedaba revocado para evitar las fugas de calor y mantener así la temperatura. En el momento de cargar el horno, se situaban piedras en hiladas hasta formar una falsa cúpula que servía como espacio por donde introducir la leña. Las medidas observadas sufren ligeras variaciones. En los tres casos los muros tienen un grosor parecido (0,75 m aprox.) e igualmente  los diámetros interiores (entre 1,5 y 1,4 m). La altura del frente oscila entre los 1,8 y los 1,3 m.

Próximas a los hornos se levantaban pequeñas edificaciones de unos 9 a 12 m2 (“casetes” o “casups”), donde se guardaban herramientas, utensilios y se almacenaba el material para su despacho. Un espacio libre frente a estas construcciones estaba constituido por la era (“ereta”) de unos 6 a 7 m. de diámetro, superficie destinada a extender la piedra cocida −previamente dejada a enfriar− y proceder a su triturado y machacado con el uso de mazos y un rulo troncocónico (“trull”) tirado por un macho.

La datación de de estas construcciones preindustriales es difícil de establecer. Cavanilles,[6] en su periplo por tierras valencianas de finales del s. XVIII indica a su paso por el puerto o Collado de Calp que “por este atravesé el monte, dexando atrás hacia el nordeste el llamado Olta, cuyas raices son de yeso”. La observación del eminente botánico no es gratuita y obedece a la singularidad de esta característica natural del terreno. Más elocuente nos parece un testimonio documental, anterior en medio siglo al de Cavanilles, que es recogido en una descripción de linderos de un título de propiedad. Se trata del documento notarial de una venta de tierras incultas en enfiteusis, celebrada en Benissa el 21/9/1746, en cuyo acto se transmite a Francisco Peris de Juan diez jornales “en término de esta villa de Benisa en la partida de olta que linda por abajo con el camino del Aljezar y con Tierras de Dn. Gaspar Tous, por los lados”.[7] Sin lugar a dudas, esta descripción ubica el antiguo aljezar existente (un aljezar es una cantera de yeso o aljez) a mediados del s. XVIII en terrenos próximos a la finca de Terra Gaspar,[8] esto es, colindante con el enclave donde se sitúan los hornos que estudiamos. El topónimo que recibía el lugar por los vecinos de la partida, “els algepsars” hacía referencia a esta misma realidad.

Las canteras se abrían en aquellos lugares donde se producían afloramientos naturales del mineral y su explotación iría vinculada a las necesidades derivadas de la actividad de la construcción. El yeso (sulfato de cal) aparece ocasionalmente como un material de gran pureza, sin mezcla de otras sustancias, aunque frecuentemente presenta intercalaciones de arcillas, carbonatos y otros minerales. La presencia, en mayor o menor proporción, de estas sustancias condiciona la calidad y métodos de trabajo de los yacimientos. El yeso de Oltá presenta mezcla con marga, una cualidad terrosa, de consistencia granulada y produce abundante granza al cernirlo. Su fraguado era muy rápido y el resultado ofrecía cohesión y resistencia. Resultaba ideal para obras de albañilería, fijación y material de revestimiento (relleno y enlucido en basto de los muros de piedra de las edificaciones).

Fig2. Horno del Tossal de l’emblanquinador. Fuente: el autor.
Fig3. Ruinas de la caseta. Fuente: el autor.

 

Los hornos de yeso en partida Canelles-Oltá

4.1 Horno del Tossal de l’emblanquinador

−Denominación: el topónimo ha sido recogido por testimonio oral de un vecino de la partida. Hace alusión a la persona cuyo oficio es dar capas de cal o de yeso diluidos en agua en paredes, techos, fachadas, etc.

−Datación: probable del s. XIX

−Localización: el único horno y la caseta aneja se enclavaban en una pequeña elevación de terreno, a 290 m. sobre el nivel del mar, con acceso por una senda que, cruzando barranco, unía los caminos de las partidas de Canelles y de Lleus. A 120 m. de su ubicación se hallaba un grupo de viviendas rurales, habitadas por los dueños de la explotación, conocidas como Cases dels Alberts y que hoy se encuentran en ruinas.

−Ubicación catastral: polígono 50, parcela 13. Canelles. Benissa.

−Referencia catastral: 03041A050000130000JJ

−Coordenadas GPS: 38°39’38.95″N 0° 0’25.18″E

−Medidas horno: levantado sobre una planta de terreno de 2,70 x 2,70 m. Altura frontal 1,50 m. Altura posterior, cegado a 1,30 m. de su parte superior. Grosor de muro: varía entre 0,70 y 0,80 m. Diámetros interiores, 1,5 y 1,4 m. Ancho de boca, 0,55 m. (fig.2)

−Medidas caseta: frente, 3,3 m. con puerta de 0,8 m. Fondo, 2,80 m. Ancho de muro, 0,45 m. Altura existente, 1,30 m. (fig.3)

Estado de conservación: abandonado y en desuso, con tramos de fábrica desmochados e invadidos por la maleza.

Noticias históricas: tenemos constancia de que el horno se hallaba en plena producción a finales del s. XIX y mantuvo su actividad hasta los años 30 del pasado siglo. Fue propiedad de la familia de los “Alberts”, de Alberto Ivars Ivars, nacido en Benissa en 1860 y de Pedro Ivars Jorro, Benissa, 1867, de apodo “Corneta”, labradores que habitaban el pequeño caserío próximo al lugar. Los orígenes de estas casas podemos datarlos de mediados del s. XIX con el asentamiento de algunas familias beniseras en estas tierras.[9]

Fig4. Restos de un posible horno junto al camino. Fuente: el autor.
Fig5. Restos del horno A, en la Solsida. Fuente: el autor.

 

4.2 Horno junto al camino

−Localización: se trata de los restos de lo que podría ser un horno de yeso destruido al acometer la ampliación de camino. Aparece una formación cóncava de piedras, embutida en un ribazo de yeso. (fig.4)

−Ubicación catastral: polígono 50, parcela 121. Canelles. Benissa.

−Referencia catastral: 03041A050001210000JB

−Coordenadas GPS: 38°39’40.78″N 0° 0’27.67″E

 

Fig6. Horno B de la Solsida, en mejor estado de conservación. Fuente: el autor.
Fig7. Formación de piedras apiladas que podrán evidenciar la existencia de un tercer horno. Fuente: el autor.

 

4.3 Hornos de La Solsida

 −Denominación: testimonio oral de un vecino de la partida de Canelles. “Solsida” se aplica a la porción de tierra y piedras que se desprende de un monte.[10]

−Datación: probable del s. XVIII

−Localización: se trata de un conjunto de dos hornos y una caseta almacén situado en una ladera de la sierra de Oltá, en los terrenos de una casa de tros de importancia dentro del entorno del paraje. El enclave de estas construcciones de piedra se ubica a 325 m. sobre el nivel del mar, a 150 m. del horno del Tossal de l’emblanquinador, y a 520 m. de la vivienda originaria de la finca, la “Casa del Rei”, centro agrícola y ganadero de la explotación donde habitaban sus aparceros. En la actualidad esta edificación se halla rehabilitada y ha quedado señalada con el número de policía partida Canelles 1.

−Ubicación catastral: polígono 49, parcela 105. Canelles. Benissa.

−Referencia catastral: 03041A049001050000JY

−Coordenadas GPS: 38°39’39.46″N 0° 0’31.78″E

−Medidas horno A: situado en posición N. respecto al horno B, se halla erigido sobre un plano de terreno de 2,70 x 2,70 m. Altura frontal 1,50 m. Grosor de muro: 0,60 m. Diámetro interior, 1,4 m. (fig.5).

−Medidas horno B: situado en posición S. respecto al horno A, construido sobre un área de terreno de 2,70 x 2,70 m. Altura frontal 1,80 m. Grosor de muro: 0,75 m. Diámetros interiores, 1,65 y 1,35 m. Ancho de boca, 0,45 m. (fig.6).

−Medidas horno C: Al E. de este horno y a pocos metros,  aparecen restos en el firme que nos hacen sospechar de la existencia de una tercera unidad, a partir de la presencia de una formación cóncava y algunas piedras apiladas de 1,15 m de diámetro. (fig.7).

−Medidas caseta: frente, 4,4 m. con puerta de 0,8 m. Fondo, 2,75 m. Ancho de muro, 0,45 m. Altura existente en el umbral, 1,80 m. (fig.8).

Estado de conservación: abandonados y en desuso. El horno B, en estado ruinoso como el resto del conjunto, presenta acaso una mejor conservación. El horno A ha sufrido el derrumbe parcial de su paramento lateral izquierdo.

Fig8. Caseta de la Solsida. Fuente: el autor.

Noticias históricas: el Tros del Rei se encuentra documentado[11] en el expediente de hidalguía de Josep Ivars del Pobil, al aparecer citado en un deslinde de fincas dentro del testamento de Belanda Feliu,[12] fechado en 1768. De patrimonio de los Ivars del Pobil pasará al de los Torres en el primer tercio del s. XIX vía herencia. En los amillaramientos de 1892, la heredad se encuentra inscrita a favor de don Antonio Torres Orduña y presenta una cabida de 67 hanegadas de terreno.

Sus antiguos aparceros, provenientes del Corralet de Calp, laboraron la finca y habitaron su casa de labranza desde principios del s. XIX. De este topónimo procede el apodo “Rei” de esta familia apellidada Pastor.[13]

 

[1] Cardona Ivars, J.J. (2004), Els totals de la població de Benissa. Benissa.

[2]Crespo Mas, T. (2012), “Usos tradicionals de la muntanya de la Marina. Inventari i estudi etnoarqueològic dels forns del calç de Benissa”, Recerques del Museu d’Alcoi, 21: 107-122.

[3] Cardona Ivars, J.J. (2004), Els totals…, op. cit., p. 37.

[4] Molines, P. (2014), Entre Calp i Benissa: costums, agricultura i saviesa: l’art de la terra, Ajuntament de Calp. pp. 47-49.

[5] Nieto de Alberto Ivars Ivars “Albert” (n. 1860), de Benissa.

[6] Cavanilles, A.J. (1797), Observaciones sobre la Historia Natural, Geografia, Agricultura, Población y Frutos del Reyno de Valencia, libro III, Edición de 1997. p. 232.

[7] AHMD. Protocolo de Juan Pérez Clemente. 1746. f. 100.

[8] Creemos que la finca podría tomar su nombre de don Gaspar Tous Tous (1696-1778), alcaide de Cap Negret y esposo de Teresa Ivars Bas, natural de Benissa, de Juan Ivars de Benissa y Francisca Bas, de Xàbia. De ellos, Juan Bautista Tous Ivars, casado con Josefa Morell Crespo en 1758 (AHPB. Matrimonios. M-01 (1747-1775) f.59 v).

[9]Alberts”: del matrimonio entre Alberto Ivars Ausina, de Alberto y Pascuala, y Josefa María Ivars Escoda, de Vicente y María, celebrado el 5/1/1860 (AHPB. Matrimonios. M-05 (1853-1863) f. 108). De ellos, Alberto Ivars Ivars, quien casa con María Luisa Vives Ferrer el 2/8/1883 (AHPB. Matrimonios. M-07 (1874-1891) f.130). “Corneta”: a partir del matrimonio contraído el 4/4/1863 entre Pedro Ivars Crespo, de Joaquín y María (n. 1835) y Francisca Jorro Argudo, de Miguel y Pascuala. Cartas matrimoniales firmadas ante el notario de Xaló, Juan Bautista Durá (AHPB. Matrimonios. M-05 (1853-1863) f.162v). Su hijo, Pedro Ivars Jorro, casado en Calp con Josefa Pastor Coello el 24/3/1900 (AHPC. Matrimonios. 1900. Nº 4. f. 32v).

[10] Guardiola y Savall (2003), Apel·latius i genèrics en els diccionaris del Tresor lexicogràfic valencià, XXIX Col·loqui de la Societat d’Onomàstica. Teulada, 2002. p. 433.

[11] Cardona Ivars, J.J. (2006), Els noms de lloc de Benissa, p. 147.

[12] Belanda Feliu Torres, viuda de Pere Ivars del Pobil, fallecería en junio de 1781 a los 74 años de edad (AHPB. Difuntos. D-02 (1772-1798) f. 103v).

[13]Rei”: el 18 de enero de 1865 casan en Benissa Vicente Pastor Noguera, hijo de Miguel Pastor de Calp y Francisca Noguera, de Pinos, con Josefa Tur Ferrando, de Diego Tur y María Ferrando (AHPB. Matrimonios. M-06 (1864-1874) f. 16). De ellos, Francisco Pastor Tur “Cal Rei”, casado con María Fluixá Llopis.

 

4 Replies to “El camino del Aljezar: hornos y producción de yeso en una ladera de la sierra de Oltá, Benissa”

  1. Gràcies de nou Jose Luis per un altre treballat i gran article més d’eixa bonica zona que cada vegada m’atrau més per diferents coses com:
    La seua història.
    Les zones abruptes.
    El seu lloc estratègic.

    Salut!

    1. Gracias a ti, Víctor.

  2. Fotografías que quedarán cuando los hornos desaparezcan. También el artículo quedará. Muy interesante, como de costumbre. Habrá que ir por la zona a curiosear. Ya te diré si encuentro algo.

    1. Gracias, Salvador. Artículo un tanto árido, como el yeso montaraz. Un saludo.

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